Callado, tranquilo y enigmático son tres palabras que definen a Mario Luna, uno de los talentos ocultos de nuestra facultad. Entre sus estudios de Ciencias de la Comunicación y los sueños de convertirse en un “rock star”, Mario sigue a paso firme su camino a la fama.
Desde niño la música fue parte de su vida. Su primer instrumento fue un teclado, luego paso a una flauta. Estos instrumentos fueron de alguna manera impuestos, nos cuenta él, porque pertenecía a la banda de la escuela.
Su familia viajó a los Estados Unidos en el 2002 y el joven Mario tuvo la oportunidad de conocer una gran variedad de géneros musicales. Pero a fue a los 13 cuando un amigo lo llevó a un concierto de la banda SUM41. La energía de la banda era impresionante. “En ese momento, me dije, quiero ser una estrella del rock”, afirma con mucha fuerza.
Después de ese episodio decidió comprarse su primera guitarra e inscribirse en lecciones. “Luego de clases solía ir a casa de mis amigos a practicar”. Actualmente perfecciona su técnica mediante un curso por Internet.
Al regresar al Perú Mario adquirió un nuevo estilo: pelos parados, muchas pulseras, un look desenfadado que combinaba con su sonido punk rock. Escuchaba a bandas como Blink 182, Green Day, Gun ‘n’ Roses, entre otros grupos a los cuales define como sus mayores influencias.
En los últimos años él ha formado parte de de tres bandas. La primera fue Kolapso Mental, en su época del colegio, con la cual hacía presentaciones en las actuaciones escolares. Luego siguieron ReKopilados y Kolisión Kasual, que le ayudaron a pulir su técnica con los ensayos, pero con quienes nunca salió a un escenario. Mario ha sido vocalista en todas las bandas que integró.
Hasta ahora todas sus bandas han tocado material de otros grupos. Pero Mario sueña con crear y tocar su propia música. “Cuando te gusta lo que haces sueñas con llegar a lo más alto”. Su mayor ambición es sacar un disco, grabar videos, salir de gira dejando en alto el nombre de su país.
Mario cree que su carrera, Ciencias de la Comunicación, no está divorciada de la música, sino que se complementan. Ambas le permiten desarrollar su creatividad. “Siempre he apreciado todas las formas de arte, ya sea la música, el cine, el teatro, las artes plásticas, etc.”, concluye.
Desde niño la música fue parte de su vida. Su primer instrumento fue un teclado, luego paso a una flauta. Estos instrumentos fueron de alguna manera impuestos, nos cuenta él, porque pertenecía a la banda de la escuela.
Su familia viajó a los Estados Unidos en el 2002 y el joven Mario tuvo la oportunidad de conocer una gran variedad de géneros musicales. Pero a fue a los 13 cuando un amigo lo llevó a un concierto de la banda SUM41. La energía de la banda era impresionante. “En ese momento, me dije, quiero ser una estrella del rock”, afirma con mucha fuerza.
Después de ese episodio decidió comprarse su primera guitarra e inscribirse en lecciones. “Luego de clases solía ir a casa de mis amigos a practicar”. Actualmente perfecciona su técnica mediante un curso por Internet.
Al regresar al Perú Mario adquirió un nuevo estilo: pelos parados, muchas pulseras, un look desenfadado que combinaba con su sonido punk rock. Escuchaba a bandas como Blink 182, Green Day, Gun ‘n’ Roses, entre otros grupos a los cuales define como sus mayores influencias.
En los últimos años él ha formado parte de de tres bandas. La primera fue Kolapso Mental, en su época del colegio, con la cual hacía presentaciones en las actuaciones escolares. Luego siguieron ReKopilados y Kolisión Kasual, que le ayudaron a pulir su técnica con los ensayos, pero con quienes nunca salió a un escenario. Mario ha sido vocalista en todas las bandas que integró.
Hasta ahora todas sus bandas han tocado material de otros grupos. Pero Mario sueña con crear y tocar su propia música. “Cuando te gusta lo que haces sueñas con llegar a lo más alto”. Su mayor ambición es sacar un disco, grabar videos, salir de gira dejando en alto el nombre de su país.
Mario cree que su carrera, Ciencias de la Comunicación, no está divorciada de la música, sino que se complementan. Ambas le permiten desarrollar su creatividad. “Siempre he apreciado todas las formas de arte, ya sea la música, el cine, el teatro, las artes plásticas, etc.”, concluye.
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